(Foto: Laurence Freeman, Irlanda)
Podemos hablar sobre Dios. Podemos decir cosas sobre el misterio último. Pero al final del día, sabemos que Dios no es lo que pensamos. Como dice La Nube del No Saber, no podemos conocer a Dios por el pensamiento sino por el amor. Así que necesitamos esas dos lentes, esos dos enfoques, la palabra y el silencio. Desde el silencio volvemos a la palabra para intercambiar unos con otros nuestras visiones, nuestras intuiciones y nuestra experiencia, pero luego también esas palabras deben ser acalladas mientras retornamos al silencio.
(La Dimensión Contemplativa de la Fe, Series Meditatio 2012B)