(Foto: Laurence Freeman, Bere Island, Irlanda)
El camino espiritual no es meramente una parte de la vida para la que tenemos que encontrar tiempo. La vida es el camino espiritual. A veces, aunque infrecuentemente, una práctica espiritual seria como la meditación, nos conduce a una crisis interior especial y atemorizadora. En ella nos enfrentamos a una percepción del universo como nada más que lo que es, lo que vemos, cómo funciona. Expresado de esta manera, parece ser inofensivo, incluso lleno de paz. Pero por momentos, el ángulo de esta percepción nos muestra un universo sin otro sentido que su propia existencia eterna y cíclica. Puede ser vasto y asombroso pero su falta de profundidad y sentido o de toda conexión personal puede también ser terrible.
(Boletín Meditatio, julio 2018)