Foto:Laurence Freeman, Inglaterra.
La gran trampa de “encontrarse a sí mismo” es la trampa del narcisismo y del auto-centrismo – el peligro de verlo todo girando alrededor de uno mismo y para uno mismo. Si podemos comprender el verdadero significado de encontrarse a uno mismo, vemos que esto sucede no cuando es nuestro objetivo consciente sino cuando nos perdemos a nosotros mismos y somos encontrados, como dice San Pablo, en Cristo. Hay dos aspectos de encontrarse a sí mismo – perderse a sí mismo y descubrir que somos encontrados; darnos cuenta, sentir que somos encontrados en algo más grande y más expansivo que jamás podríamos llegar a llamar “yo mismo”. Toda la idea del “yo” cambia cuando el autoconocimiento realmente comienza a suceder.
(Encontrarse a sí mismo. Series Meditatio 2017 C)