Lecturas Semanales

Lectura 21, ciclo 5

“Cuarta Carta”, extracto de “La Web del Silencio” escrito de Laurence Freeman OSB (Londres: DLT, 1996), págs. 38-39. A medida que meditamos, ya sea solos o en grupo, vamos haciéndonos más conscientes de la profunda relación que existe entre la meditación y el mundo en el que vivimos. De esta conciencia surge una experiencia de integracion con la base del ser en la que todos estamos arraigados y que se expresa en un mayor sentido de responsabilidad. Nuestra conciencia natural entonces nos guía a actuar de forma responsable en cada dimensión de nuestras vidas y, en ello, celebramos la unión de la contemplación y la acción. El poder que impulsa este proceso es el amor. La compasión es el amor que une a los que sufren. Es energía redentora porque, contra toda expectativa, ilumina la más oscura profundidad y libera la alegría de estar en el corazón aún en la peor de las tragedias. La reacción colectiva a una tragedia nacional puede revelar la capacidad universal de compasión que tiene la naturaleza humana. Mientras se exprese esta capacidad, podremos ver la vida con esperanza y perspectiva. Los valores verdaderos desplazan a los falsos. La impaciencia y la intolerancia que surgen del miedo entre los pueblos se apaga y, en esos momentos de gracia, nos tratamos unos a otros con empatía y respeto. El reino, dirían los cristianos, está cerca. Su interioridad se ha manifestado en las relaciones humanas. Desgraciadamente, y como sabemos con tristeza, esos momentos de paz no suelen durar mucho … Un significado del sufrimiento y el mal es seguramente que nos lleva, aunque sea brevemente, a la conciencia compartida de la realidad de nuestra comunión. Vemos así que el “reino” no es un producto para ser producido y consumido sino la base eterna e ilimitada del ser. Mientras que no nos hayamos vuelto insensibles al dolor, podremos vislumbrar en el sufrimiento cuán cerca está Dios de nosotros.
Carla Cooper
Traducido por WCCM España